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martes, 23 de septiembre de 2008

ALCANZANDO UNA BUENA CONCIENCIA, Semana 4




ALCANZANDO UNA BUENA CONCIENCIA
Principio de Vida la Responsabilidad







SEMANA Ⅳ
__________________________________________________________________________________ DIA 1

A. ESCOGE LAS PALABRAS ADECUADAS.

Es importante seleccionar las palabras adecuadas para la confesión de tu falla:
& “Porque el oído prueba las palabras, como el paladar gusta lo que no come” (Job 34:3).

Sería sabio escribir las palabras que tú usarías al pedir perdón. La escritura para hacer esto, aparece en la parábola del hijo pródigo.

El hijo pródigo cuidadosamente escogió cada palabra. Él dijo:
& “Me levantaré e iré a mí padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, ya no soy digno de ser llamado tú hijo; hazme como a uno de tus jornaleros”. (Lucas 15:18-19).

La palabra que tú escojas debe enfocarse solamente en la parte de tu ofensa. De ninguna manera las palabras deberían proyectar culpa hacia la otra persona. No deberías implicar a la otra persona, por ejemplo, decirle Yo estaba implicada pero tu también. Tampoco las palabras deberían proyectar justificación o excusas. Ellas deberían reconocer directamente culpabilidad y arrepentimiento genuino.

SUGERENCIA DE PALABRAS:

Papá Dios me ha ayudado a reconocer que yo estaba equivocado en mí actitud hacia ti y de las ofensas que ocasionaron. ¿Me perdonas?

EVALUANDO LAS PALABRAS:

· Debe ser conciso y directo. Entre más larga la confesión, más peligro hay para justificarte.
· No culpes por implicación, “Yo estaba equivocado, pero tu también”.
· No comuniques orgullo con declaraciones como: “Si yo estaba equivocado...”
· No ofrezcas excusas tal como: “Yo estaba enojado porque estaba cansado”.
· No te muestres petulante, con expresiones como: “Discúlpame”.
· Reconoce la culpabilidad correctamente diciendo “Yo estaba equivocado”.
· Debe enfocarse en la raíz de la actitud primero y explicar como las acciones equivocadas nacieron de las actitudes erróneas.
· No exija perdón, pero al contrario, suplica por él.
· Requiere una respuesta directa, más bien que una generosa.
· Espera una respuesta verbal.
· Identifica la ofensa básica.


PROYECTO 6.
HOJA DE TRABAJO DE LA BUENA CONCIENCIA

Escriba las palabras exactas que tú vas a usar cuando pidas perdón. Evalúe cada palabra y esté seguro que será dicha en un espíritu de arrepentimiento genuino. Revisa esto en la columna 6 de la hoja de trabajo.



B. DETERMINA SI UNA LLAMADA TELEFONICA ES PREFERIBLE O ES MEJOR UNA VISITA.

La tenencia natural es simplemente escribir una carta en lo cual pides perdón. Lo atractivo de este método equivocado es que evita cualquiera confrontación personal.

Sin embargo, la falta de contacto personal también elimina la posibilidad de obtener uno de los más importantes beneficios seguridad verbal que ha sido perdonado. Es normal para aquellos que reciben una carta en la cual pide perdón de no responder a ella.

Hay otros muchos beneficios que se pierden por una carta. La persona que tu ofendiste no tiene el beneficio de sentir la sinceridad de tu voz o hacer mas preguntas para clarificar lo que tu le estas diciendo.

Una visita personal o llamada telefónica te permite clarificar la ofensa, por cuanto una carta documenta la ofensa y puede ser mal interpretada en el futuro.

Normalmente, una visita personal sería el mejor abordaje, especialmente si hay necesidad de restitución. Sin embargo, en el caso de una ofensa moral en el pasado, una visita personal puede crear nuevas tentaciones o mal entendidos. De tal manera una llamada seria más apropiada.


PROYECTO 7
HOJA DE TRABAJO DE LA BUENA CONCIENCIA
Determina si una visita o una llamada sería el método más apropiado para tener una buena conciencia. Revisa esto en la columna 7 de la hoja de trabajo.



SEMANA Ⅳ
__________________________________________________________________________________ DIA 2

A. SELECCIONE EL MEJOR TIEMPO PARA PEDIR PERDON.

Entre más te acercas a abordar a la persona que has ofendido, más difícil será pedir perdón.

Las siguientes racionalizaciones pueden impedirte que te humilles. Cada una de ellas debe de ser rechazadas para tener una conciencia sin ofensa contra Dios y contra el hombre.

RACIONALIZACIONES COMUNES:

· Sucedió antes de ser cristiano:
Ser un cristiano debe de aumentar tu motivo y habilidad de limpiar tu conciencia. De hecho la salvación te dará la mejor base para explicar porque estás pidiendo perdón.

También le darás gloria a Dios, dando testimonio que El Espíritu Santo te está dando discernimiento de lo bueno y de lo malo.

Será apropiado ampliar la frase, “Dios me ha ayudado a descubrir desde que llegué a ser cristiano mi necesidad de aclarar y pedir perdón”

· Mis pecados están cubiertos por la sangre de Cristo.

Cuando te convertiste a Cristo, Su Sangre te limpió de todo pecado. Él quitó tus delitos desde el este hasta el oeste. Él borró todos tus delitos y no se acuerda de ellos. (Vea Salmos 79:8 y 103:12).

La dificultad está en que lo que te sucedió espiritualmente no les quita la amargura y daños a los que tú ofendiste. Dios se olvida pero ellos se acuerdan.

Cada ofensa que tu cometiste anteriormente es como una “manigueta de culpabilidad” en tu “espalda espiritual”. Cada vez que tu deseas avanzar en tu vida cristiana o te acercas al Señor, es como si Satanás lograra agarrar una de las “maniguetas de culpa” en tu “espalda espiritual”, y dice,” ¿A donde piensas ir, no te acuerdas de lo que hiciste?”

· Pablo nos dice que olvidemos las cosas que están atrás.
La escritura que se refiere aquí es Filipenses 3:13-14:

& “....pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás... prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús...”

Las “cosas” que Pablo se refirió eran las metas que él logró en su vida y no de sus ex ofensas.

& “...si alguno piensa que tiene de que confiar en la carne, yo mas: circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible. Pero cuantas cosas eran para mi ganancia, las he estimado como perdida por amor de Cristo” (Filipenses 3:4-7).

· Sucedió hace mucho tiempo.

Tenemos la tendencia de olvidar las malas cosas que hemos hecho mal. Por lo tanto, el hecho de que tú todavía te acuerdas de sus ofensas con culpa y vergüenza es suficiente evidencia que necesitas arreglarlo.

Dios ha indicado que Él usará nuestra memoria para dirigirnos a una conciencia limpia.
& ”Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti...”(Mateo 5:23)

· Las cosas han mejorado entre nosotros.

Aunque la relación haya mejorado entre tú y la persona que tú has ofendido, tu ofensa todavía está en la mente de esa persona, y cuando le ofendas otra vez, él reaccionará con doble ira como resultado de la ofensa presente y pasada.

Muchas relaciones son destruidas de esta manera. Ofensas pequeñas que nunca fueron aclaradas llegan a hacer barreras conscientes o inconscientes entre los espíritus de las dos personas. Cuando las ofensas anteriores son confesadas, estas paredes son eliminadas.

Después de haber vencido tus racionalizaciones y estés preparándote con las palabras adecuadas, es importante que determines el mejor momento en el cual puedas hacer la petición para ser perdonado.

El sabio procedimiento que usó la reina Esther cuando apeló al rey, puede ser directamente aplicado para hacer una apelación de perdón.
Otros tuvieron que convencerla de la importancia de la apelación.



Esther produjo muchas razones legítimas para no ir delante del rey a hacer la apelación. Sin embargo, las personas más cercanas a ella le mostraron las consecuencias que le vendrían a ella y a otros si hubiera dejado de hacerlo.

Esther finalmente llegó a la conclusión que era su responsabilidad de hacer la apelación y lo que pasaría era responsabilidad de Dios. “... y si perezco, que perezca” (Ester 4:16).


Ella duró tres días en preparación espiritual.

Esther se propuso durar tres días en ayuno y oración antes de hacer la apelación. Ella les pidió a otros que se unieran con ella en el ayuno.
& “ve y reúne a todos los judíos que se hallan en Susa y ayunad por mí... yo también con mis doncellas ayunaré igualmente...” (Esther 4:16)


Ella estableció un tiempo definido para hacer la apelación.

El hecho de que otros estaban ayunando y orando con ella, era suficiente motivación para que ella hiciera la apelación ante el rey al final de los tres días. “... y entonces entraré a ver al rey...” (Ester 4:16)


Ella discernió la secuencia más sabia para su apelación.

Uno de los beneficios de la preparación espiritual de Esther, fue el discernimiento del tiempo del Señor y el método que utilizó para clamar a Él. Ella hizo el contacto inicial a tiempo, pero esperó en el Señor por el tiempo apropiado para apelar.


Esther se aseguró que las personas que tenían que oírla estuvieran presentes.
& “...si place al rey, vengan hoy el rey y Aman al banquete que he preparado para el rey” (Ester 5:4).



PROYECTO 8
HOJA DE TRABAJO DE LA BUENA CONCIENCIA

Selecciona un tiempo durante la siguiente semana para pedir perdón y coloca la fecha en la columna 8 de su hoja de trabajo. Pide a aquellos de tu grupo que oren por ti mientras te preparas para ese día. (El grupo puede tomar esa semana como un tiempo de ayuno y oración para que cada uno aclare su conciencia). Planea reportar los resultados en tu próxima sesión.



B. ESCRIBE LOS RESULTADOS.

Cuando pidas perdón, no esperes recibirlo. Hay ciertas razones por la cual la persona a quien has ofendido no te concederá el perdón, incluyendo el hecho que tú tal vez le estés incrementando su peso de culpabilidad. Si tú no recibes el perdón, expresa un deseo genuino por ello.
Escribe algunas situaciones especiales que tú encuentres en la columna de resultados, y si es necesario, debate el resultado con el grupo en tu próxima sesión. Repasen juntos los pasos en tu hoja de trabajo.




Bendiciones en este día
Gracia y Vida
Rev. Nelson Castellanos T.
Centro Internacional Sembradores de Fe y Vida.
Colombia - Bogotá D.C.



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